Esta noche fue la más negra
la más indeseada de entre lo indeseado
pues tuviste que escuchar por una tercera persona
lo que nunca hubiese salido de mi boca.
Calumnia tras calumnia
seguida de blasfemias dirigidas
hacia la persona en quien más creías
que era tu adorada y linda hija.
Mamá… solo te pido perdón
por que te fallé de la manera más baja
y no solo decepcioné a Dios
sino también a mi familia
la que tanto me amaba.
No podías creer lo que escuchabas
pero tristemente te las afirmé
esas verdades tan duras
esas mentiras que no tardaron a la luz en salir
y que derrumbaron la confianza que depositaste en mí.
Mamá… solo te pido perdón
en un instante destruí
lo que con tanto esfuerzo
nos costó construir.
Pero como madre siempre cariñosa
me regañaste en tiempo oportuno
me hiciste ver que actué como una tonta
y tu concejo siempre fue seguro.
Mamá… solo te pido perdón
pero tarde me di cuenta de mi error
pues ya te hice llorar
ya te hice sentir dolor.
Si es que en determinado momento callé
no es porque no te tuviera confianza
lo que pasa es que simplemente pensé
en callar todo aquello que te dañara.
Pero esos silencios se fueron acumulando
fueron creciendo de una manera tal
en que ya no lo pude soportar
otra persona se tomó la gentileza de decirte
mi carga, mis pecados y consecuente condena.
No creas que no agradezco
el apoyo incondicional que hasta ahora
pase lo que pase me lo has dado
como buena madre nunca me lo has negado
a darme la espalda nunca te has resignado
y por todo ello… muchas gracias.
Pero por favor, no quisiera
que tu pensaras
que en tu sacrificio
de madre dedicada
he tirado mi burla.
Sé lo que haces por nosotras
todas las veces que te trasnochas
por mejorar nuestra calidad de vida
y así te seamos de apoyo un día.
